Tener una boca sana es esencial, pero hoy en día es igualmente importante tener en cuenta las necesidades estéticas de los pacientes. Una buena imagen es una excelente carta de presentación y una parte esencial en nuestra comunicación no verbal con los demás es la sonrisa. Por eso, son cada vez más las personas que acuden al dentista para recurrir al procedimiento de diseño de sonrisa.
Éste es un tratamiento integral en el que participan varios profesionales. Según las características de cada persona, el diseño de una sonrisa atractiva implica trabajar la estética dental, la gingival y la perioral.
– El objetivo es la mejora de las formas, posición, tamaños y color de los dientes, además de lograr que la relación entre la dentadura y las encías, labios y otros elementos del rostro como barbilla y nariz sea armónica y proporcionada.
– Para ello, se debe hacer un minucioso estudio previo de las características particulares del paciente, mediante fotografías y programas informáticos capaces de mostrar los resultados que se obtendrán con el tratamiento.
– Para corregir las desarmonías existentes en los dientes el dentista recurrirá a prácticas como la colocación de carillas de porcelana en su superficie, aunque también puede usar materiales como zirconio, cristal o disilicato de litio.
– En otras ocasiones se puede optar por el blanqueamiento, pero no suele ser suficiente. El diseño de la sonrisa va mucho más allá e incluye también tratamientos de ortodoncia y técnicas destinadas a mejorar la apariencia de las encías.
El paciente debe tener en cuenta que los resultados de un diseño de sonrisa no son inmediatos sino que el proceso se prolongará durante varios meses y, en algunos casos complicados, años. En todo caso, debe saber también que, si se pone en las manos de un buen profesional, los resultados valdrán la pena y lo notará cada vez que vea su sonrisa en el espejo.
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